Hasta apenas hace unos años, para mí, el
curry
no era más que el amigo de mi "cuñao". Pero con eso de viajar uno
tiende a cultivarse o sembrarse, según se mire.
Andaba yo por tierras
anglosajonas de "Comenius Project" con el "Dire" cuando los lugareños
nos invitaron a ir a "La Flor de Lys", típico pub inglés de los que
salen en las pelis. Después de los saludos, besos y abrazos a los
compañeros de Italia, Malta e Inglaterra (que cada uno los da pa un lao
distinto) y aconsejado por los expertos, me pedí el Curry Chicken y la
correspondiente "Pinta". Ese momento marcó un punto de inflexión en mi
gastronomía personal. Y para que todos disfrutéis de ese placer terrenal
de hincarle el diente al pollo con esa fantástica especia hindú, os
paso la receta, aunque siempre recomendando comerlo en un típico pub
inglés con sus
hooligans y todo.
INGREDIENTES
6 muslos de Pollo deshuesados.
Caldo de carne (1 pastilla)
Cebolla (1)
cayena (2)
una manzana
sal (al gusto)
pimienta (al gusto)
curry (2 cucharaditas)
leche (1 vaso)
harina (una cucharadita)
arroz de grano largo (queda así como más hindú)
Una copa de vino fino de montilla moriles
Buena música
En primer lugar, si somos mayores de edad, cogemos la copa de
buen fino y nos la ponemos cerca para ir disfrutando de ella a medida
que cocinamos, no se te ocurra echarla al guiso. Seguidamente, la buena
música.
Ahora ponemos aceite en el fondo de una olla y echamos
el pollo a freir con un par de guidillitas de esas que llaman cayena.
Mientras tanto, vamos picando una cebolla, que inmediatamente añadimos
al guiso. Veréis que la carne soltará mucha agua. Pues bien, hay que
seguir con el pollo en el fuego hasta que el agua desaparezca y el
pollo esté hecho.
En este momento, disolvemos una pastilla de caldo de
pollo en un vaso de agua y la echamos en el guiso. Añadimos un par de
cucharadas de curry, una pizca de sal y otra de pimienta.
Ahora le toca a la manzana, la cual troceamos en dados
muy pequeñitos y a la olla. Esto le va a da un toque y una textura a la
salsa muy buenos.
Después de 20 minuto a fuego lento y con la olla tapada
(no a presión), moviendo de vez en cuando, veremos que la manzana ha
desaparecido prácticamente. Terminamos añadiendo un vaso de leche en el
que hemos disuelto una cucharadita de harina.
En el plato ponemos una base de arroz cocido y servimos
el pollo sobre él. Personalmente, me gusta comerlo con palillos en vez
de tenedor. ¡Ah!, olvidaba decir que no se usa pan para acompañar, ya
que para eso ya está el arroz.
Buen provecho.